proximamente

el gran programa de tv que ud estaba esperando...




Señora Gabriela Mistral


,de reina de los afligidos
madre de lecha roja,escasa como densa,
señora de pocos aspavientos,
nadie le va a negar el lugar suyo
en la corte de los presumidos señores de la lengua.
Aunque se derramaran ordas de ira contra
su gusto a clavo muerto y se encendieran piras con sus libros,
sería por vernos reflejados en el espejo infeliz
de un niño mordiendo su propia mano.
Nadie espanta, sin embargo,
con las cascadas de letras que aterran al decir.
Nadie sumerge su cara en el agua quebrada
de su lirismo de veguina del Siglo de Oro.
Señora, usted, que masca la lengua de llanto
y reza en acaloradas iglesias plegarias de viva,
disculpe la torpeza de los alcaldes y del mundo cultural,
usted ya no es una estatua,
su gusto a nada parecido
es el sostén de los peñones más duros de nuestro idioma.
Una vieja para Chile qué honor.
matias rivas





A la puta que llevó mis poemas

Algunos dicen que debemos eliminar del poema los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto,
pero ¡POR DIOS! ¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros,
los mejores!
¡Es intolerable!


¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero?
Usualmente lo sacan de los dormitorios
y de los pantalones borrachos y enfermos en el rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de 50,
pero no mis poemas.

No soy Shakespeare
pero puede ser que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros.
Siempre habrá dinero y putas y borrachos hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios, cruzándose de piernas:
veo que he creado muchos poetas
pero no mucha poesía. "

Charles Bukowski

king of new york

siempre es bueno recordar una buena pelicula
en esta ocasion el rey de nueva york de
abel ferrara.
una cinta que con la distancia crece , noten que
muchos de los recursoso de esa epoca
aun se utilizan

theo jansen



viento





Era dulce dejarse ir por sus aristas

más veloz que la mirada vuelve al sol,

ciego volar sobre la línea pura hacia un encuentro :

cuando quise pensar en dónde estaba,

tuve un vértigo :

¡la arista, la línea, no era nada!

anguita

desde la distancia