sushi

Lo unico que me calma es sentir la pequeña lengua de mi gato lo mas adentro posible de mi ano, hace años vi a una muchacha que se untaba con mermelada el clitoris y llamaba a su perro, varias veces me limpie el poto con mi gato, muchas veces lo masturbe, creo que el metodo cientifico de observacion tropezo con su escalon mas bajo, a veces salgo pintado como simio a la calle, a veces me disfrazo de hombre, de ejecutivo y finjo ser un tipo ocupado, luego vuelvo a la casa y siento el vacio de mi pieza, la luz y olor de la pasta base que se consume mientras miro la ampolleta, me hacen sacarme ese traje, feliz de no ser ese ejecutivo, luego, desnudo sobre mi cama, juego con mi pubis, como todo hombre, lo acaricio y lo froto, antes me comia los bordes grasosos de los pendejos, me refiero al bello pubico, despues cuando trabaje en un restoran japones se los hechaba a los rolls, juntaba motas de pendejos, siempre los mas cortos, ya que almacenan mejor el sabor, son muy similares a las uvas, siempre esperando que alguien me felicitara por el extraordinario gusto que tomaban mis rolls, pero siempre se mantuvo perdido en la soya.

vodanovic

Un Corte en el brazo me recuerda lo que fue de mi anoche, la gorda dandome la ultima mamada a escondidas de todos y de todo, escondida de ella y su adiccion a los penes largos y gruesos sin lavar, a mi aliento a cigarros suaves y mezcla de cerveza y ron, la amiga tentada mirando por la ventana despues del segundo anti baile me ofrece un buen trato : "te hago lo mismo y mejor que ella", o.k., nos vemos afuera, sale y yo salgo, entra y entra, en ella y en su boca, vuelvo, a seguir fumando y bailando mientras la gorda llora desconsolada, mientras meo, me habren la puerta, persigo a la unica rubia semi bonita de la fiesta, logro robarle un beso, algo me la quita, me duermo y los ecucho, se asombran de mi animalidad y de mi abultado estomago, "entro como vodanovic y salio como che copete", creen que duermo, pero escucho cada una de sus palabras.

¿POR QUÉ ESTOY AQUÍ? ¿POR QUÉ NADIE ME AVISÓ? ¿POR QUÉ, PADRES, ME OBLIGASTEIS A NACER? ¿POR QUÉ A CADA PASO QUE DOY TENGO LA SENSACIÓN DE NO AVANZAR? ¿POR QUÉ PIENSO DEMASIADO? ¿POR QUÉ NO PUEDO ESTAR IDIOTIZADO COMO LA GRAN MAYORIA? ¿POR QUÉ?... ¿POR QUÉ?... ¿POR QUÉ?...
para mi amiga marine

tempestad

El día después siempre es tranquilo, ya se sabe, la resaca y el cansancio hacen que esté tirado como un muerto en el sillón mirando la tele aunque me importe una mierda lo que estén echando en ella. Sin embargo, hoy me he levantado de muy mala leche, y con impulsos homicidas y suicidas


Ha aflorado mi odio a este mundo y a esta vida y a mi mismo por estar en ella. Pongo Presuntos Implicados en la cadena de música, me gusta su voz y me gustan sus canciones, me relajan y quizás consiga ponerme en paz conmigo mismo y el mundo. Tengo ganas de llorar pero no lo consigo, la rabia me lo impiden, desearía golpearlo todo y tirarlo por la ventana y luego yo detrás, pero vivo en un primero, ¡no vale la pena!. Odio y rabia, tristeza y derrota, cansancio y resaca, todo esto a la vez es lo que siento, y la verdad, levantarse así es asqueroso, o mejor dicho, levantarse a un nuevo día es asqueroso.




amarguras...


La soledad es insoportable, a solas conmigo mismo, a solas con mis pensamientos. No sé como distraerlos, como atontarlos para que no me atormenten. Surge entonces la rabia ante la impotencia, y la agresividad es un pequeño paso que doy en ese estado.


Sentirse solo y estar solo no es lo mismo, pero en mi caso, sí, me siento solo aún cuando no estoy solo, pero lo siento mucho más cuando esa soledad es también física. ¿Soy demasiado consciente de la realidad, y los demás viven en un sueño de idiotas del que no quieren despertar (cosa que no les reprocho), o soy yo el estúpido que cree ver demasiado, sin ver nada?. Sea cual sea la respuesta, puedo decir que nunca he pedido estar aquí y aún estando aquí, sólo pienso en cómo salir, sin hacer ruido, sin que se note mi ausencia, como si nunca hubiera estado. Y de esa manera, sentir la ilusión de no haber existido nunca.




cioran