CIÉGATE
Ciégate para siempre:
también la eternidad está llena de ojos-
allí se ahoga lo que hizo caminar a las imágenes
al término en que han aparecido,
allí se extingue lo que del lenguaje
también te ha retirado con un gesto,
lo que dejabas iniciarse como la danza de dos palabras
sólo hechas de otoño y seda y nada.


COAGULA

También tu herida, rosa.
Y la astada luz de tus búfalos rumanos
en lugar de una estrella sobre el lecho de arena,
en el émbolo que habla,
el superrojo ceniciento.

celan








































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