perturbaciones urbanas

Tres detectives de la policía neoyorquina fueron declarados el viernes inocentes de todos los cargos en la muerte de un hombre desarmado que salía de una despedida de soltero la víspera de su boda.
Michael Oliver, Gescard Isnora y Marc Cooper fueron declarados inocentes del homicidio en el 2006 de Sean Bell, en un hecho en el que se hicieron 50 disparos.
El juez Arthur Cooperman pronunció el fallo en un juzgado del condado de Queens lleno de espectadores, entre ellos la novia de la víctima y sus padres. El fallo puso fin a casi dos meses de juicio.
Al momento de que el juez Cooperman leyó su veredicto, hubo suspiros de sorpresa y lágrimas de felicidad y de dolor.
El detective Oliver, quien hizo 31 de los disparos, lloró en la mesa de los acusados, mientras que la madre de la víctima, Sean Bell, gritaba en la sala de la corte frases como "¡Asesinos, Asesinos!" y "KKK" (refiriéndose al Ku Klux Klan)
Los agentes se habían quejado que la publicidad que precedió al juicio los tachó indebidamente de homicidas de sangre fría, por lo que optaron para que fuera el veterano juez el que decidiera el caso en lugar de un jurado.
Bell, un hombre negro de 23 años, fue muerto frente a un cabaret de nudismo de Queens el 25 de noviembre del 2006 cuando salía de su despedida de soltero acompañado por dos amigos.
Los policías, que estaban encubiertos e investigaban denuncias de prostitución al interior del cabaret, señalaron que creían que uno de los hombres estaba armado.
La muerte elevó la tensión en la ciudad y fortaleció añejas acusaciones de racismo y de uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía de Nueva York contra sospechosos negros, pese a que dos de los agentes que fueron acusados también son afroestadounidenses.
Al anunciar su veredicto, el juez indicó que las inconsistencias en el testimonio, el comportamiento en la corte y la calidad de los testigos de la fiscalía _principalmente los amigos de Bell_, "tuvieron el efecto de socavar" su credibilidad.
"En ocasiones los testimonios parecían no tener sentido", indicó el juez




La policía emplazó elementos adicionales en la corte y envió helicópteros a sobrevolar los tribunales para poder controlar alguna protesta. Sin embargo, en sólo una hora, la multitud enardecida y llorosa de unas 200 personas afuera del tribunal se había dispersado y pese a que ocurrieron algunos enfrentamientos, no hubo arrestados.
Oliver y Gescard Isnora fueron exonerados de acusaciones que van desde homicidio, agresión y hacer peligrar imprudentemente la vida de una persona. El tercer oficial, Marc Cooper, enfrentaba cargos menores y también fue exonerado




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