desde la distancia

“El hombre de la era tecnológica es por excelencia un maquillador de la muerte. Sus esfuerzos por disfrazarla se despliegan incluso desde antes de la muerte misma, al buscar retardar los signos de la irreversible decadencia corporal que la anuncia. Por eso, mi zarabanda es una danza de la muerte según la vieja tradición de los autos sacramentales del segoviano Juan de Pedraza y de los manuscritos anónimos del Escorial, una apuesta provocadora frente al juego distractor de una época que ha buscado por todos los medios anestesiar el horror ante la caducidad de la condición humana

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